El 25 de mayo de 1810 es una fecha que tomamos como el origen de nuestra patria, marca el camino que comenzó nuestro país por lo cual esta fecha está en el sentimiento de los argentinos porque comenzó a formarse la nación argentina. Cada año se refuerza nuestro fervor ciudadano y se fortalece nuestra identidad histórica. Son esos momentos en los que, de alguna manera, nos sentimos todos más cerca, más argentinos recordando a los hombres de 1810.
A la patria se la
siente, se la quiere y se la cuida, como aquellos hombres que decidieron y eligieron vivir en suelo libre,
madurando esa idea y haciéndola realidad dentro del cabildo, no solo siguiendo
un impulso sino una convicción. La única manera de lograrlo, es
poner énfasis en la educación diaria, en educar y aceptar ser educados,
en dar y estar abiertos para recibir,
tenemos que ser protagonistas de un proceso de transformación permanente, tomando como base a la educación, al intercambio constante, porque eso es lo que hace la diferencia.
La educación no
solo está en la escuela, está en la calle, en la casa, en todos los ámbitos por
donde circulamos, con ella están los
sueños de un país mejor para todos.
En
todo proceso histórico, el trayecto es mucho más largo y más complicado de lo que creemos. El mundo
cambia y nosotros como individuos,
constructores de un país, también
debemos hacerlo. Es necesario acompañar el
presente proyectando el futuro, con
respeto, esfuerzo y perseverancia, con valores como la libertad, la
igualdad, la solidaridad, la
tolerancia y la cooperación.