El cancionero escolar argentino en la primera mitad del siglo XX refleja tanto la evolución de la educación en Argentina como el contexto socio-cultural del país durante ese período, es un clara muestra de los ideales educativos y culturales de la época.
Durante la primera mitad del siglo XX, el cancionero escolar en Argentina estaba muy influenciado por la necesidad de formar una identidad nacional y unificar el sistema educativo en un país que estaba experimentando importantes cambios políticos y sociales.
Las canciones escolares de este período a menudo incluían elementos que buscaban promover valores patrióticos, cívicos y morales, influenciadas por tradiciones locales. Aunque el enfoque principal era la formación de una identidad nacional unificada, el cancionero escolar también reflejaba la rica diversidad musical y cultural de Argentina. Las canciones incorporaban influencias de distintas regiones del país, así como elementos de la tradición popular y folklórica, creando una mezcla que enriquecía el repertorio educativo.
La canciones de esta época tenían una doble función, educativa y didáctica, diseñadas para enseñar a los niños los conceptos básicos de matemáticas de una manera divertida y memorable, enseñando la historia, los valores cívicos y las normas de comportamiento a través de letras fáciles de entender y con melodías simples y repetitivas para facilitar la memorización y el aprendizaje de canciones que apoyaran los contenidos curriculares, incluyendo también temas de geografía y moral.
Estas canciones no solo servían como entretenimiento, sino que también eran herramientas educativas importantes, ayudando a formar la identidad cultural y nacional de los niños argentinos durante las primeras décadas del siglo XX.
El estado diseñaba cancioneros escolares de diversos autores que estaban a disposición y empleados por los docentes en las clases de música y/o en los actos patrios y toda canción que se enseñara fuera de dicho cancionero debía ser autorizada por el Consejo de Educación.
Durante esta época, varios músicos académicos contribuyeron al cancionero escolar otorgando calidad artística y educativa a estas obras. Al respecto podemos nombrar a Felipe Boero, Julián Aguirre, Alberto Williams, Héctor Panizza entre otros, quienes crearon y adaptaron canciones para el contexto escolar. Un ejemplo notable es la adaptación de un Minué de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) por Luis R. Sammartino (1890-1973)con letra de Prudencio Oscar Tolosa. Esta fusión de música clásica con letras educativas muestra cómo los compositores incorporaron elementos universales para enriquecer el repertorio escolar.
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